La automotriz japonesa Nissan Motor ha confirmado oficialmente el cierre de su planta en Cuernavaca, Morelos (CIVAC), como parte de una estrategia global de reestructuración para mejorar la eficiencia y competitividad. Aunque la decisión ha generado incertidumbre, la compañía ha dejado claro que no se retira de México, sino que busca consolidar su manufactura en el país, centralizando las operaciones en su complejo de Aguascalientes. Este movimiento forma parte del plan global Re:Nissan, que busca reducir el número de fábricas de 17 a 10 en todo el mundo para fortalecer su posición financiera.
Detalles del proceso de transición y producción
El proceso de traslado de la producción de la planta de Morelos a las instalaciones de Aguascalientes se estima que concluirá a más tardar en marzo de 2026. En ese periodo, la producción de vehículos en CIVAC será desactivada. El principal modelo afectado por este cambio es la camioneta NP300, cuyo ensamblaje será reubicado para compartir línea de producción con la pick-up Frontier, que también será trasladada a Aguascalientes desde Argentina.
La compañía argumentó que esta transición permitirá aprovechar el equipamiento avanzado y los recursos de última generación de la planta de Aguascalientes para impulsar la eficiencia en la producción y la logística. Al consolidar sus operaciones, Nissan busca fortalecer su crecimiento sostenible en el mercado mexicano, donde mantiene una posición de liderazgo con una participación de más del 18% en las ventas de vehículos ligeros.
Implicaciones laborales y contexto comercial
El CEO de Nissan, Iván Espinosa, calificó el cierre de la fábrica de CIVAC como una “decisión difícil, pero necesaria”, aludiendo a la necesidad de la empresa de ser más eficiente y competitiva a nivel global. La planta de CIVAC tiene un significado histórico para la compañía, ya que fue la primera expansión internacional de Nissan fuera de Japón, por lo que su cierre marca el fin de una era.
La empresa ha afirmado que trabajará para que la transición se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles para sus empleados en Morelos, buscando mantener una relación respetuosa. Sin embargo, no se han revelado detalles específicos sobre las indemnizaciones o planes de reubicación para los trabajadores afectados. Los costos relacionados con esta consolidación aún están bajo evaluación.
El anuncio de Nissan se produce en un contexto de tensiones comerciales, poco antes de la posible entrada en vigor de aranceles del 30% de Estados Unidos a México, programados para el 1 de agosto. Aunque la empresa no ha hecho una conexión directa, este entorno podría ser un factor adicional que impulsa la búsqueda de mayor eficiencia y flexibilidad en sus operaciones de manufactura en Norteamérica. A pesar de los cambios, la automotriz asegura que sus operaciones comerciales en México se mantendrán sin cambios.